Los célebres anticonceptivos

Autor: Padre Alejandro Cortés González-Báez 

 

 

En 1996 John Wilks, farmacéutico australiano, afirmó que la mayoría de los anticonceptivos usados de forma continua se asociaban a diversas enfermedades, desde trombosis hasta cáncer. Sobre los resultados obtenidos por sus estudios se puso al alcance del público en general una guía que sintetiza los hallazgos de las píldoras y otros anticonceptivos bajo el nombre de “A consumer´s guide to the pill and other drugs. TGB Books North Melbourne, 1996” .

El autor justifica su libro diciendo que muchas de sus posibles lectoras desconocían los problemas derivados del consumo de los fármacos usados más comúnmente en aquella época, como también de algunos medicamentos fertilizantes y de diversas terapias hormonales. En sus investigaciones advertía, además, sobre los efectos secundarios.

Wilks señalaba que mucha de la información que aparecía en los folletos oficiales “era engañosa a la vista de las pruebas científicas, entre las que se valoraron estadísticas reales”. Tampoco dejó de lado la tendencia mentirosa de varias revistas femeninas que no hablaban de los riesgos de estos fármacos por considerarlo “políticamente incorrecto”.

Cuando este científico estudió la política sanitaria de su país se extrañó que se vigilaran tan de cerca las consecuencias negativas de los métodos para abandonar el consumo de tabaco, mientras se desentendía de los importantes efectos del consumo de anticonceptivos.

Al encontrar estas notas, y reconociéndome incapaz sobre el análisis de carácter médico, pero no del uso del sentido común, me pregunto: 1) ¿Aquella situación habrá pasado a la historia superándose dicha problemática o, por el contrario, seguirá manteniéndose esa desinformación en las consumidoras de anticonceptivos? 2) ¿Esa grave situación será exclusiva de Australia, o quizás pueda estar presente en países como el nuestro? 3) ¿Bastará con las leyendas en las cajitas de los fármacos como medida realmente eficaz y responsable para que las mujeres que usan esos productos estén enteradas de todas las consecuencias que provocan?

Si los cambios hormonales naturales producen alteraciones en el estado de ánimo, me parece lógico que el uso de alteradores del equilibrio hormonal tendrá que ver con el mal humor y la falta de paciencia de muchas mujeres que consumen anticonceptivos, con consecuencias en el trato a sus hijos y a sus esposos. De ser esto así, es probable que sea un factor más en la problemática de la violencia intrafamiliar. Para ser sincero, desconozco si este factor esté siendo estudiado seriamente, pues no tengo noticia de estudios sobre el particular.

La propaganda oficial presenta a los anticonceptivos como inocuos. Personalmente pienso que esto es una mentira de graves consecuencias.