Vidas de primera, y de segunda

Autor: Padre Alejandro Cortés González-Báez   

 

Somos muchos los interesados en saber quiénes y por qué perpetraron el atentado de este lunes en la Maratón de Boston. No entendemos cómo puede alguien matar, mutilar y dañar a tantas personas que no conocen; gente de bien, incluyendo niños inocentes.
Estamos, sin duda, ante un acto criminal provocado por enfermos incapaces de reconocer el valor de la vida humana. Este acto es, desde todos puntos de vista, injustificable y condenable.
Nos parece lógico y muy digno de alabanza el esfuerzo que estarán haciendo cientos, o miles quizás, de investigadores para dar con los culpables. Todo ello supone la inversión de tiempo, dinero y medios muy sofisticados…, pero claro que vale la pena.
Las suposiciones son muy variadas. De hecho cada uno de nosotros nos planteamos diversas hipótesis sobre motivos, personas individuales, grupos extremistas, ciudadanos nacidos en Estados Unidos o fuera en cualquier país del mundo y podemos estar seguros de que estos esfuerzos darán luz sobre los responsables.
El cine y la televisión nos han saturado de temas de violencia con historias muy similares y eso nos permite sentirnos capacitados para aportar conclusiones válidas, por lo cual estaremos esperando los resultados de las investigaciones para saber si teníamos razón o no. De alguna manera, muchos nos sentimos involucrados en este asunto.
Ahora bien, podemos aprovechar esta oportunidad para asomarnos en algún buscador de Internet y escribir la palabra “atentados” y nos daremos cuenta que todos los días se están provocando este tipo de actos… pero en países donde la violencia es lo cotidiano, y por lo mismo, no nos preocupan en lo más mínimo.
Recojo lo que hoy, día 17 de abril, aparece en uno de tantos medios: “Bagdad. Insurgentes lanzaron ayer lunes lo que parecía ser una serie coordinada de ataques en todo Irak, que cobraron la vida de al menos 36 personas e hirieron a más de 200, según las autoridades. Los ataques, en muchos casos con coches bombas, se produjeron a menos de una semana de que los iraquíes en gran parte del país voten en las primeras elecciones desde la retirada de las tropas estadounidenses en el 2011, hecho que pone a prueba la capacidad de las fuerzas de seguridad para evitar el derramamiento de sangre”.
Ahora entiendo el sentido de lo que le oí a un amigo hace poco tiempo: “Ay de la sabiduría que mató el conocimiento. Ay del conocimiento que mató la información”.
Junto con tanta gente inocente que está siendo asesinada a diario en los cinco continentes, todos estamos matando nuestras conciencias al hacer distinciones entre vidas de primera y vidas de segunda categoría.
Los seres humanos de Irak, de la India, de México y de cualquier lugar del mundo fueron concebidos en los vientres de mujeres que valen lo mismo sin importar su color, su idioma, su religión, su país…
Matar las conciencias también es un crimen… sumamente devastador.