Frases mágicas, ideas simples

Autor: Padre Alejandro Cortés González-Báez 

 

 

Hace años me fui a tomar un café con un amigo, quien me planteó una situación especialmente delicada. Aquel relato requirió de un buen rato de conversación, lo cual, dicho sea de paso, es muy peligroso, pues como estábamos en uno de esos lugares donde a uno le están llenando la taza cuando a penas va a la mitad: se corre el riesgo de no poder pegar ojo en toda la noche. Pues bien, al final de aquella conversación, en la que solamente él se dedicó a hablar, se me ocurrió terminar con la siguiente pregunta: ¿y?
Cuántas veces una frase, e incluso una sola palabra, nos han servido para resolver un problema importante, o para tomar la decisión acertada; incluso, cuando aquello podría parecernos como una afirmación tonta por su simplicidad. Ojalá que alguna de las siguientes ideas nos puedan servir para tomar mejores decisiones. 
El hecho de preocuparnos no resuelve los problemas.
Si no urge, puede esperar.
La mayoría de los trabajos son más difíciles estando solos.
Sin dinero no puedes pagar tus deudas.
Si tu mejor amigo te clava un puñal por la espalda, desconfía de su amistad.
El que no piensa como yo, no es mi enemigo.
Mandar es una forma de servir.
Si cuidas el tono de voz, lo que digas podrá ser oído.
Yo no puedo tener siempre la razón.
Si me reclaman que soy egoísta, es que ya se dieron cuenta.
Pensar es más difícil, pero hace todo más fácil.
El amor se gana amando.
Importante no es lo mismo que urgente.
Mientras más levantas la voz, menos autoridad tienes.
Tener la conciencia limpia, es síntoma de mala memoria.
La esclavitud no se abolió, se cambió por 10 horas diarias.
Con orden todo es más fácil.
Muchas cosas importantes tienen una importancia relativa.
Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.
Errar es de humanos. . . pero echarle la culpa a otro. . . es de cobardes.
Si un pajarito te dice algo. . . debes estar loco: los pájaros no hablan.
No te tomes la vida tan en serio, nadie ha salido vivo de ella.
Felices los que nada esperan, porque nunca serán defraudados.
Si nos vamos a pelear porque no me vas a pagar, mejor nos peleamos porque no te presto.
Mátate estudiando, y serás un cadáver culto.
Si para vivir trabajas, no te mates trabajando.
Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: "Jala" y "Empuja".
La libertad, como el dinero, son para usarse bien.
Estadísticamente está comprobado que las estadísticas mienten.
Lo que no nos ayuda a crecer como personas, no es tan importante.
Los borrachos no cumplen sus promesas.
Lo mejor es enemigo de lo bueno.
Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe.
El amor es ciego.
Mintiendo conseguirás -también- que te pierdan la confianza.
El hermano parrandero de tu novia será el tío alcohólico de tus hijos.
La mujer que no se respeta, no puede exigir que la respeten.